El open banking convierte a los usuarios en los dueños de sus datos financieros, cambiando el mundo de las finanzas para las personas. Conoce en qué consiste y cuáles son sus beneficios. 

¿Qué es el open banking?

El open banking o banca abierta, consiste en el intercambio de datos bancarios entre empresas (siempre con la autorización del usuario) para crear mejores servicios. Es un nuevo paradigma en relación a la información. Esto puede permitirle a las entidades (tanto tradicionales como fintech) ofrecer productos acordes a cada cliente. 

¿Cómo funciona? 

Los datos son compartidos a  través de lo que se conoce como Interfaz de Programación de Aplicaciones (API). Utilizadas para conectar dos sistemas de organizaciones distintas. Por ejemplo: 

El organismo de tránsito de una ciudad recolecta estadísticas en tiempo real sobre su funcionamiento, como cortes e interrupciones. Esos datos se distribuyen a terceros, a través de una API, para que los incluyan en sus plataformas. Plataformas como Google Maps, los integran para ofrecer a sus usuarios las mejores opciones de transporte.

Con esta misma lógica, el open banking permite que los bancos compartan información de sus clientes a apps de terceros, cuando el usuario quiera utilizar tales plataformas. 

Caso de aplicación del open banking: score de crédito a la medida 

El proceso tradicional  de préstamos para evaluar la capacidad de pago de personas que quieren acceder a un crédito implica consultar entidades de información crediticia. Éstas proveen una calificación de acuerdo al historial de crédito que el aplicante ha generado con instituciones financieras a lo largo del tiempo.

Este modo de evaluación tiene varias limitaciones:

  • El criterio de calificación no es inclusivo con las personas que realizan sus gastos con tarjetas de débito o que no financian sus compras con tarjetas de crédito. Incluso cuando sus finanzas son estables.
  • La información disponible en estas centrales suele tener meses de retraso, respecto a la situación financiera más actual del aplicante.
  • Esta calificación ignora los hábitos de gasto. Que pueden ser clave para que una compañía evalúe si el perfil de riesgo de un aplicante cumple sus criterios.

Con el open banking, los modelos de evaluación de riesgo crediticio pueden ser robustecidos sacando provecho del historial de transacciones en cuentas de ahorro y cheques, analizando la relación entre ingresos y gastos, para construir un perfil de riesgo en segundos que ayude a identificar indicadores de impago, a partir de los patrones de gasto encontrados en los movimientos bancarios.

Beneficios del open banking 

El modelo de open banking obliga a las instituciones financieras a abrir el acceso a sus datos para lograr mayor transparencia en el mercado. Esto es una puerta de entrada para las fintech.  Forzando a grandes corporaciones tradicionales a innovar y fortalecer su presencia digital.

Para los consumidores de servicios financieros, estas reformas traen muchas ventajas

  • Promueve la inclusión financiera, ofreciendo servicios a todo tipo de clientes y personas excluidas del sistema actual.
  • Los consumidores podrán elegir servicios que se adecúan más a sus necesidades.
  • Las pymes podrán acceder a créditos de manera más sencilla y rápida.
  • Brinda colaboración, innovación y crecimiento entre instituciones financieras de todo tipo.

El caso de México

En México, con la Ley Fintech y el open banking, cualquier consumidor (usuario o empresa) puede compartir su información financiera para acceder a servicios más rápidos y eficientes. Lo que constituye un gran paso para la inclusión financiera. Este modelo ya se encuentra implementado en Europa desde el 2015. Pero las leyes de open banking son mucho más ambiciosas en México.

El artículo 76 de la mencionada ley, establece que todas las entidades financieras, desde bancos y fintechs, hasta sociedades de información crediticia, deben habilitar APIs estandarizadas. Y con ellas, permitir la conectividad y el acceso a otras interfaces desarrolladas por terceros especializados en tecnologías de la información. 

Al mismo tiempo, señala que las Entidades Financieras y las Instituciones Financieras de Tecnología Financiera (ITF) que no implementen APIs, para compartir información con entidades autorizadas, serán sancionadas con multas.

¿Qué información se debe compartir según esta Ley?

  1. Datos abiertos: son aquellos generados por las entidades financieras que no contienen información confidencial.
  2. Datos agregados: relativos a cualquier tipo de información estadística relacionada con operaciones realizadas a través de las entidades financieras. Sin embargo, no se deben identificar los datos personales o transacciones de una persona. Solo tendrán acceso a los datos agregados, los que cuenten con los mecanismos de autenticación que establezcan las Comisiones Supervisoras. 
  3. Datos transaccionales: aquellos relacionados con el uso de un producto o servicio. Se incluyen cuentas de depósito, créditos y medios de disposición contratados a nombre de los clientes de las entidades financieras. Estos datos solo se podrán compartir con previa autorización de los clientes.

Retos de implementación

Como en todo nuevo modelo, la implementación para los usuarios debe ser clara y transparente. Es ideal encontrar un balance entre la facilitación del acceso a datos bancarios y la confianza de los usuarios. 

Las plataformas necesitan ser muy certeras sobre cuál será el uso que se hará de los datos de sus usuarios. La noción de consentimiento informado se vuelve sumamente relevante en este sentido. 

Sin dudas el concepto de open banking representa grandes retos para las fintech, pero también grandes oportunidades.